Pasos Simples para Evaluar tu Tiroides
Los análisis de sangre para la tiroides no son fiables
La mayoría de nuestros médicos confían únicamente en los análisis de sangre y han dejado de observar los síntomas inequívocos. Esto se debe a las presiones económicas y a las limitaciones de tiempo que las compañías de seguros médicos imponen a nuestros médicos.
Además, algunos médicos afirman que alrededor del 50% de los análisis de sangre para problemas de tiroides dan resultados negativos injustificados. Por lo tanto, los análisis de sangre para la tiroides no son fiables.
Muchos médicos creen que los análisis de sangre son infalibles y que los pacientes que siguen padeciendo ciertas afecciones, aunque el resultado sea negativo, se las están imaginando. Afortunadamente, todavía hay médicos que escuchan.
La prueba más básica y la más fiable para diagnosticar problemas de tiroides es la temperatura corporal. Dado que la tiroides regula la temperatura corporal, es un indicador directo de si la tiroides no funciona correctamente.
Si alguien tiene problemas de tiroides y, por lo tanto, tiene problemas para producir hormonas o para convertir las hormonas T4 en hormonas T3, su temperatura corporal será más baja que la de alguien que no tiene problemas de tiroides.
Temperatura corporal óptima
La temperatura óptima para cualquier cuerpo humano es de 37 °C. Una persona con una temperatura corporal inferior a 36,5 °C tiene problemas de tiroides. La temperatura corporal puede variar unas décimas de grado a lo largo del día, pero si desciende a 36,5 °C o menos, muchos de los procesos metabólicos se ven afectados.
En cuanto a la temperatura, el cuerpo humano tiene un pequeño margen. Su tolerancia a las fluctuaciones de temperatura es muy limitada. En el organismo hay más de 500 enzimas diferentes. La función de estas enzimas es encargarse de los cambios bioquímicos del organismo.
Las enzimas son proteínas muy sensibles a las temperaturas. Algunas enzimas necesitan una temperatura de 37 °C para funcionar.
¿Cómo se mide la tiroides?
Debe tomarse la temperatura al menos tres veces al día y cada vez al menos una hora después de comer. Se mide la temperatura corporal durante dos días (un mínimo de seis lecturas). Se calcula la media de todas estas mediciones para obtener la temperatura corporal media.
Si la temperatura media es igual o inferior a 36,5 °C, tiene problemas de tiroides.
Si tu temperatura corporal es baja, también tendrás un metabolismo lento.
Las personas con un metabolismo lento suelen sentir frío porque en realidad su cuerpo está más frío de lo normal. Los termómetros digitales electrónicos suelen ser muy rápidos, pero no lo bastante precisos.
Utiliza un termómetro de vidrio tradicional con mercurio o uno de los termómetros de vidrio más modernos sin mercurio. Estos termómetros tardan entre 3 y 4 minutos en medir correctamente tu temperatura corporal, pero son extremadamente precisos. Tómate la temperatura de la boca.
Si tiene su temperatura corporal media y si esa temperatura confirma una tiroides lenta, es posible que desee buscar atención médica. Es posible que tenga algunas dificultades para encontrar un médico dispuesto a escucharle y ayudarle (si el análisis de sangre no confirma su tiroides lenta).
No te rindas, ya que todavía hay médicos con una visión clínica que están dispuestos a recetarte hormonas tiroideas.